María: “La mejor celebración de la Navidad sería que no hubiera niños en el Hospital”
María es la profesora del hospital desde hace 25 años, que “son bastantes” nos dice, a la par que nos concede una pequeña entrevista para describir cómo es la Navidad en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
Le preguntamos por cómo son estos días en la planta de pediatría y nos explica que “son días difíciles, en especial por los niños que son de fuera de Barcelona”. Sin duda, días complicados en los cuales el calor de los familiares muchas veces lo deben sustituir la buena fe e intención del Hospital de Sant Pau. Hablamos de distancias que separan continentes, como a niños de todos su familiares y amigos.
Además, en Navidad “parece que toda la sociedad piensa que todo el mundo es feliz, y eso no es así”, reflexiona María. Es como que “la sociedad se acuerda en estos 5 días que hay niños en este lugar. Entonces es cuando vienen, cantan canciones, y hacen algún espectáculo”. La profesora lamenta que esta situación no ocurra los 365 días del año. Por desgracia tienen siempre la planta de pediatría con niños que requieren esa atención unánime, pero la sociedad solo ofrece en estas fechas.
De repente, se interrumpe nuestra entrevista, pero por un buen motivo: llega Oriol. Apenas tiene 11 años y es un ex-alumno de María, a la cual le trae una caja de bombones. Ella, cariñosamente, le explica que Papa Noel pasó ayer dejando algunos regalos y le invita a que escoja uno. Oriol, después de pensárselo y valorar todas las opciones -entre las que María le aconsejaba un magnífico juego de Puzzles- a Oriol, que le van las emociones fuertes, decide decantarse por su nuevo coche 4x4. A raíz de esta inesperada y afortunada visita, María nos explica que también colabora con colegios en la sensibilización de estos chicos y chicas que salen del Hospital Sant Pau y que poco a poco, con la cooperación de los colegios, va recogiendo sus frutos.
Una de las tareas claves es la explicación de las fiestas, ya que hay una gran variedad de cultura en los niños desde los que “no saben ni lo que significa el evangelio, hasta los que rezan cada día”. Es aquí donde entra el trabajo de María. Junto con la ayuda de todo el hospital, tratan de enseñar y entretener en el día a día. Nos explica que le preguntaban sorprendidos: “¿Pero aquí también pasa Papa Noel?”. El Caga Tió, por ejemplo, es una de las costumbres que más tiene que explicar y para ello elabora unos boletines informativos que ilustran tanto a los niños como a los padres, que también lo desconocen. “Ningún padre se opone a privar a sus hijos a unos instantes de entretenimiento”, comenta respecto al posible cruce de culturas, ideales, y valores. También nos cuenta que “a nivel de cocina, tratamos de ofrecer los típicos alimentos de Navidad, como son los turrones”.
Para acabar, le preguntamos a María si le gustaría mejorar algo. Si es que existe, ¿cómo sería la Navidad perfecta en un hospital? Y ella, sin dudarlo ni un instante expresó: “La mejor celebración de la Navidad sería que no hubiera ningún niño ingresado”, pensando seguramente en muchos niños que han pasado por el hospital, como Oriol.